El primer paso es elegir una tableta que se adapte a tus necesidades. Considere para qué lo usará con más frecuencia y qué funciones son más importantes para usted. Por ejemplo, si planeas usar tu tableta para el trabajo o la escuela, querrás una con una pantalla grande y un buen teclado. Si sólo lo utilizas para navegación informal y entretenimiento, probablemente puedas arreglártelas con una tableta más pequeña y menos potente.
2. Utilice un servicio de almacenamiento en la nube
Los servicios de almacenamiento en la nube, como Google Drive, Dropbox y OneDrive, le permiten almacenar sus archivos en línea y acceder a ellos desde cualquier dispositivo con conexión a Internet. Esto facilita mantener sus archivos sincronizados entre su teléfono, computadora portátil y tableta.
3. Instala las mismas aplicaciones en todos tus dispositivos
Instalar las mismas aplicaciones en todos tus dispositivos hace que sea más fácil mantenerte productivo y organizado. Por ejemplo, si utiliza Google Docs para procesamiento de textos, puede acceder a sus documentos desde cualquier dispositivo que tenga instalada la aplicación Google Docs.
4. Utilice una aplicación de escritorio remoto
Una aplicación de escritorio remoto le permite controlar su computadora desde otro dispositivo a través de Internet. Esto puede resultar útil si necesita acceder a archivos o programas almacenados en su computadora. Hay muchas aplicaciones de escritorio remoto diferentes disponibles, tanto gratuitas como de pago.
5. Utilice una red privada virtual (VPN)
Una VPN cifra su tráfico de Internet, haciéndolo más seguro. Esto es importante cuando se utilizan redes Wi-Fi públicas, que pueden no ser seguras. Hay muchas VPN diferentes disponibles, tanto gratuitas como de pago.