Los investigadores probaron el transistor exponiéndolo a diferentes tipos de bacterias y virus. El transistor pudo identificar el tipo específico de bacteria o virus con un 99% de precisión. Los investigadores creen que el transistor podría usarse para desarrollar un nuevo tipo de prueba de diagnóstico que sea más rápida y precisa que los métodos actuales.
El transistor también es muy económico de producir, lo que podría convertirlo en una opción viable para su uso en países en desarrollo. Los investigadores esperan comenzar los ensayos clínicos del transistor en un futuro próximo.
Esta tecnología tiene el potencial de revolucionar la forma en que diagnosticamos y tratamos enfermedades. Al poder identificar de forma rápida y precisa el tipo específico de enfermedad que padece una persona, los médicos pueden proporcionar un tratamiento más específico y eficaz. Esto podría conducir a mejores resultados para los pacientes y menores costos de atención médica.