La nueva lente está hecha de un material llamado "metamaterial", que es un material que tiene propiedades que no se encuentran en la naturaleza. En este caso, el metamaterial está hecho de una fina capa de silicio a la que se le han grabado pequeños agujeros. Estos agujeros permiten que la luz pase a través del material, pero también hacen que la luz se difracte o se doble. La cantidad de difracción depende del tamaño y la forma de los agujeros, y esto puede controlarse estirando o relajando el material.
Estirando o relajando el material, los ingenieros pueden controlar la distancia focal de la lente. Esto significa que pueden cambiar la distancia entre la lente y el sensor, lo que les permite enfocar objetos a diferentes distancias.
La nueva lente es mucho más delgada y liviana que las lentes tradicionales de vidrio o plástico. Esto lo hace ideal para usar en cámaras pequeñas y livianas, como las que se usan en teléfonos inteligentes y drones. La lente también podría usarse en imágenes médicas, donde podría usarse para crear dispositivos de imágenes más pequeños y portátiles.
Actualmente, los ingenieros están trabajando para mejorar el rendimiento de la lente. También están explorando formas de utilizar la lente en otras aplicaciones, como la realidad aumentada y la realidad virtual.
El desarrollo de la nueva lente supone un gran avance en el campo de la óptica. Tiene el potencial de cambiar la forma en que se diseñan y utilizan las cámaras.