Hay algunas pruebas que respaldan la afirmación de que los programas de televisión infantiles se han vuelto demasiado interesantes para la escuela. Por ejemplo, un estudio del Centro Joan Ganz Cooney encontró que la cantidad de palabras educativas utilizadas en los programas de televisión para niños disminuyó en un 25% entre 1998 y 2012. Otro estudio del Centro para los Medios y la Salud Infantil encontró que los niños que miraban más televisión educativa Los programas obtuvieron puntuaciones más altas en las pruebas que los niños que vieron programas de televisión menos educativos.
Sin embargo, también hay pruebas que sugieren que los programas de televisión para niños pueden seguir siendo educativos, aunque también sean entretenidos. Por ejemplo, un estudio realizado por el Instituto Nacional de Investigación en Educación Temprana encontró que los niños que miraban programas educativos de televisión aprendían más sobre matemáticas y lectura que los niños que no miraban programas educativos de televisión. Otro estudio realizado por la Universidad de California en Los Ángeles encontró que los niños que veían programas educativos de televisión tenían más probabilidades de asistir a la universidad que los niños que no veían programas educativos de televisión.
En última instancia, si los programas de televisión para niños son demasiado interesantes para la escuela o no es una cuestión de opinión. Hay evidencia que respalda ambos lados del argumento. Los padres deben considerar cuidadosamente el contenido de los programas de televisión que ven sus hijos y asegurarse de que sean educativos y apropiados para su edad.