Los organismos genéticamente modificados (OGM) son organismos cuyo material genético ha sido alterado mediante técnicas de ingeniería genética. Estas técnicas permiten a los científicos cambiar el ADN de un organismo de una manera que no era posible mediante los métodos de reproducción tradicionales.
Hay mucho debate en torno a la seguridad de los OGM. Algunas personas creen que los OGM son seguros y que tienen el potencial de beneficiar a la humanidad al aumentar la producción de alimentos y reducir la necesidad de pesticidas. Otros creen que los OGM no son seguros y que podrían tener efectos negativos en la salud humana y el medio ambiente.
La regulación de los OGM varía de un país a otro. En algunos países, los OGM están estrictamente regulados, mientras que en otros no están regulados en absoluto.
En los Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) es responsable de regular los OGM. La FDA exige que se etiqueten los OGM si son significativamente diferentes de sus homólogos convencionales. La FDA también realiza revisiones de seguridad de los OGM antes de que puedan comercializarse.
En la Unión Europea, los OGM están regulados por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). La EFSA lleva a cabo evaluaciones de seguridad de los OGM antes de que puedan aprobarse para su cultivo o venta en la UE.
Algunas personas creen que las regulaciones actuales sobre OGM no son adecuadas. Sostienen que se necesita más investigación para determinar los efectos a largo plazo de los OGM en la salud humana y el medio ambiente. Otros creen que la normativa actual es suficiente y que no es necesario realizar más investigaciones.
Es probable que el debate en torno a los OGM continúe durante muchos años. Es importante ser consciente de los diferentes argumentos y tomar su propia decisión sobre si cree o no que los OGM son seguros.