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Un equipo internacional de científicos informáticos había establecido un nuevo récord para dos de los problemas computacionales más importantes que son la base de casi toda la criptografía de clave pública que se utiliza actualmente en el mundo real.
La criptografía de clave pública se utiliza en una serie de aplicaciones, incluida la encriptación de datos sensibles y confidenciales y firmas digitales. En criptografía de clave pública, las llaves vienen en pares, un publico, y uno privado, y la seguridad del esquema de encriptación o firma digital se basa en el hecho de que se cree que computacionalmente es imposible calcular la clave privada a partir de la clave pública. La factorización y el logaritmo discreto son dos de estos problemas fundamentales que se cree que son difíciles de resolver.
El equipo factorizó la clave más grande hasta el momento, un entero de 795 bits, y también calculó un logaritmo discreto de un entero de 795 bits. En total, esto les llevó alrededor de 35 millones de horas de tiempo de cálculo.
En la práctica, las aplicaciones criptográficas modernas no suelen utilizar los tamaños de clave que se rompen con este cálculo récord. Sin embargo, Es necesario lograr registros computacionales regulares para actualizar los parámetros de seguridad criptográfica y las recomendaciones de tamaño de clave.
Gracias a los avances algorítmicos, Estos cálculos se han logrado utilizando mucho menos poder computacional de lo que se había estimado en base a registros anteriores o la ley de Moore.
Los registros anteriores fueron de 768 bits en ambos casos. El registro de factorización anterior data de 2010, y el anterior registro de logaritmos discretos datado de 2016.
Dado que tanto los registros computacionales para la factorización como el registro discreto se lograron simultáneamente para enteros del mismo tamaño y en el mismo hardware computacional, este trabajo influye en la comprensión de la comunidad científica sobre la dificultad relativa de estos dos problemas. Se creía comúnmente que el problema del logaritmo discreto era al menos 10 veces más difícil que la factorización. Este trabajo demuestra que la diferencia es mucho menor, del orden de un factor de tres.