Un detector EMF o medidor EMF lee campos eléctricos y magnéticos. Hasta hace poco, EMF había sido un tema de discusión relativamente discreto, pero dos fenómenos culturales separados han llevado a EMF a la vanguardia por razones muy diferentes: la tendencia de tener un detector para todo lo que podría ser dañino en nuestro entorno e investigación paranormal. Este artículo detallará brevemente estos dos usos distintivamente diferentes de la tecnología EMF.
¿Cómo funciona un detector EMF?
Los detectores EMF utilizan componentes altamente sensibles para encontrar fluctuaciones en la cantidad de electrones o magnéticos. energía en un área dada. La cantidad de campos electromagnéticos mensurables ha crecido constantemente en la última década con el advenimiento de más dispositivos de alta tecnología. Este aumento en la cantidad de CEM ha producido un aumento en el número de personas que investigan los efectos de los CEM en los seres humanos. Incluso más recientemente, la detección de CEM también ha encontrado prominencia reciente en el campo de la investigación paranormal, con especialistas que afirman que las actividades fantasmales se pueden medir a través de fluctuaciones de energía anómalas.
Detector de tecnología
La prominencia de los nuevos tecnologías ha llevado a una creciente preocupación sobre cómo afectan el medio ambiente que nos rodea. Ahora, junto con varios detectores de incendios, los gobiernos están pidiendo que las casas nuevas también estén equipadas con detectores de CO2. EMF es la última moda en la búsqueda para medir y controlar nuestro entorno. Un ejemplo de esto es un estudio de 152 páginas publicado recientemente por NIOSH que describe la presencia y los riesgos para la salud ocupacional asociados con la producción de EMF.
Medición de la actividad de aparición
Recientemente, una erupción de programación de televisión centrada la investigación paranormal ha convertido a EMF en una palabra familiar. Los investigadores creen que las apariciones que intentan manifestarse a sí mismas omiten enormes cantidades de electromagnetismo que, dicen, se pueden medir mediante el uso de un dispositivo EMF. Hasta el momento, no hay nada que corrobore esta afirmación.