* electrones de valencia: Estos son los electrones en el nivel de energía más externo. Son los involucrados en la unión química, que es la base de la reactividad.
* Regla de octeto: Los átomos tienden a ganar, perder o compartir electrones para lograr una configuración estable con ocho electrones de valencia (como los gases nobles). Esta estabilidad es la fuerza impulsora detrás de las reacciones químicas.
* Número de electrones de valencia: El número de electrones de valencia determina cuán fácilmente un átomo formará enlaces. Los átomos con casi una cubierta externa completa (por ejemplo, halógenos) tienden a ganar electrones, mientras que los átomos con pocos electrones de valencia (por ejemplo, metales alcalinos) tienden a perderlos.
* Disposición de electrones de valencia: La disposición específica de los electrones de valencia influye en los tipos de enlaces que puede formar un átomo (enlaces simples, dobles, triples).
Ejemplo:
* sodio (na) Tiene un electrón de valencia, lo que lo hace altamente reactivo. Pierde fácilmente este electrón para lograr un octeto estable.
* cloro (cl) Tiene siete electrones de valencia. Obtiene fácilmente un electrón para lograr un octeto estable, haciéndolo reactivo.
* neón (ne) tiene una carcasa externa completa con ocho electrones. Es muy estable y poco reactivo.
En resumen: El número y la disposición de los electrones de valencia determinan cuán fácilmente participará un átomo en las reacciones químicas, de ahí su reactividad.