* Dióxido de azufre (SO2): Este gas se libera principalmente de la quema de combustibles fósiles, especialmente el carbón, en centrales eléctricas y procesos industriales. En la atmósfera, el dióxido de azufre reacciona con oxígeno y agua para formar ácido sulfúrico (H2SO4).
* óxidos de nitrógeno (NOX): Estos gases se producen a partir de los combustibles fósiles quemados en automóviles, centrales eléctricas y otras industrias. Los óxidos de nitrógeno reaccionan con oxígeno y agua para formar ácido nítrico (HNO3).
Estos ácidos, ácido sulfúrico y ácido nítrico, son los componentes principales que contribuyen a la lluvia ácida.
Otros elementos que pueden contribuir a la lluvia ácida incluyen:
* amoníaco (NH3): Este gas puede reaccionar con ácido sulfúrico para formar sulfato de amonio, lo que puede contribuir a la deposición ácida.
* ácidos orgánicos: Algunas fuentes naturales, como los incendios forestales y las erupciones volcánicas, pueden liberar ácidos orgánicos en la atmósfera.
Si bien estos son los principales contribuyentes, la lluvia ácida es un fenómeno complejo influenciado por varios factores como los patrones de viento, la temperatura y la presencia de otros productos químicos en la atmósfera.