1. Ionización:
* agua: Las moléculas de agua (H₂O) son polares, lo que significa que tienen un final positivo y negativo debido al intercambio desigual de electrones. Esta polaridad permite que el agua disuelva fácilmente los compuestos iónicos, como las sales, y los disocie en iones. Estos iones libres, como Na⁺ y Cl⁻ de NaCl, son los principales portadores de corriente eléctrica en agua.
* etanol: El etanol (Ch₃ch₂oh) también es polar pero en menor medida que el agua. No se disocia fácilmente en iones y, por lo tanto, tiene menos portadores de carga libre.
2. Enlace de hidrógeno:
* agua: Las moléculas de agua forman fuertes enlaces de hidrógeno entre sí, lo que contribuye a su alta constante dieléctrica. Esta alta constante dieléctrica permite que el agua detecte efectivamente las cargas de iones, facilitando su movimiento y conductividad.
* etanol: El etanol también forma enlaces de hidrógeno, pero son más débiles que los del agua. Esto da como resultado una constante dieléctrica más baja y una conductividad reducida.
3. Movilidad iónica:
* agua: La fuerte red de unión de hidrógeno en el agua permite que los iones se muevan más libremente y eficientemente, contribuyendo a su alta conductividad.
* etanol: Los enlaces de hidrógeno más débiles del etanol y la constante dieléctrica más baja restringen la movilidad iónica y reducen la conductividad.
En resumen: La alta polaridad del agua, la fuerte unión de hidrógeno y la mayor constante dieléctrica conducen a una mayor abundancia de iones libres y una mayor movilidad de iones, lo que lo convierte en un conductor de electricidad mucho mejor que el etanol.