* Prevención de la oxidación: El magnesio es un metal altamente reactivo. Cuando se expone al aire, reacciona fácilmente con el oxígeno para formar óxido de magnesio (MGO), una sustancia blanca en polvo. Esta reacción se llama oxidación, y puede conducir al deterioro del bulbo y, en última instancia, una falla. Llenar la bombilla con un gas noble como el argón evita esta oxidación al crear una atmósfera inerte. Los gases nobles no son reactivos y no forman compuestos con otros elementos, especialmente no con magnesio.
* Prevención de la reacción de nitrógeno: Aunque el nitrógeno es relativamente poco reactivo, puede reaccionar con magnesio caliente para formar nitruro de magnesio (MG3N2). Esta reacción también puede contribuir a la degradación del bulbo.
* Manteniendo la conductividad eléctrica: En algunos casos, la bombilla de magnesio se usa como componente en dispositivos eléctricos. La presencia de oxígeno o nitrógeno en el bulbo puede afectar la conductividad eléctrica y el rendimiento del magnesio. Argón, siendo un gas inerte, no interfiere con las propiedades eléctricas del magnesio.
En resumen:
* Los gases nobles crean una atmósfera inerte que evita la oxidación del magnesio.
* Los gases nobles también evitan la reacción de magnesio con nitrógeno.
* Los gases nobles mantienen la conductividad eléctrica del magnesio.
Por lo tanto, llenar la bombilla con un gas noble asegura la longevidad y el rendimiento óptimo del componente de magnesio.