sodio (na):
* Reactividad: El sodio es un metal alcalino altamente reactivo. Pierde fácilmente su electrón más externo para formar un ion cargado positivamente (Na+).
* reacción con agua: Cuando el sodio entra en contacto con el agua, se produce una reacción vigorosa. El átomo de sodio dona su electrón a una molécula de agua, formando un ion de sodio (Na+) y un ion hidróxido (OH-). Esta reacción libera una cantidad significativa de energía, a menudo provocando que el sodio se derrita e incluso se encienda.
* Formación de hidróxido de sodio: Los iones de sodio y los iones de hidróxido reaccionan aún más para formar hidróxido de sodio (NaOH), que es soluble en agua. Esto disuelve el sodio por completo.
cobre (cu):
* Reactividad más baja: El cobre es un metal de transición y es menos reactivo que el sodio. Se aferra a sus electrones con más fuerza.
* No hay reacción significativa: Si bien el cobre puede reaccionar con ciertos ácidos (como el ácido nítrico), no reacciona fácilmente con el agua. La reacción con el agua no es lo suficientemente favorable como para superar la fuerte unión metálica en el cobre.
* oxidación: El cobre se oxida (reacciona con oxígeno) en presencia de aire y humedad, formando una pátina verde (óxido de cobre). Esta pátina actúa como una capa protectora, evitando una mayor oxidación.
En resumen: El sodio se disuelve en el agua debido a su alta reactividad y su tendencia a formar iones que se disuelven fácilmente en el agua. El cobre, que es menos reactivo, no experimenta una reacción significativa con el agua, y su oxidación en el aire forma una capa protectora que evita una reacción adicional.