* agua: El agua actúa como solvente y puede disolver minerales, particularmente los solubles como Halite (sal de roca). También juega un papel crucial en otros procesos de meteorización, como la hidrólisis y la oxidación.
* ácidos: Los ácidos, tanto naturales como los producidos por la actividad humana, pueden reaccionar con los minerales y descomponerlos. Los ejemplos incluyen:
* ácido carbónico: Formado cuando el dióxido de carbono se disuelve en agua, reacciona con minerales como la calcita (que se encuentra en piedra caliza) para formar bicarbonatos solubles.
* ácidos orgánicos: Producido por plantas y animales en descomposición, estos ácidos también pueden contribuir a la meteorización.
* Lluvia ácida: Causa por la liberación de dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno en la atmósfera, la lluvia ácida acelera las tasas de intemperie.
* oxígeno: El oxígeno puede reaccionar con los minerales, especialmente los minerales que contienen hierro, lo que lleva a la oxidación (oxidación). Este proceso debilita el mineral y lo hace más susceptible a una mayor meteorización.
* Organismos vivos: Las plantas, los animales y los microorganismos también pueden contribuir a la meteorización química a través de procesos como:
* Cedición de raíz: Las raíces vegetales pueden crecer en grietas en rocas y expandirse, ejerciendo presión sobre la roca y rompiéndola.
* Bioturbación: Los animales que se excavan en el suelo pueden exponer superficies de roca fresca a los agentes de meteorización.
* ácidos orgánicos: Como se mencionó anteriormente, estos pueden producirse mediante organismos en descomposición.
En resumen, la meteorización química se desencadena por una combinación de factores que incluyen agua, ácidos, oxígeno y las actividades de los organismos vivos. Estos factores interactúan con los minerales, causando reacciones químicas que descomponen la roca y alteran su composición.