1. Pueden fluir: Los fluidos pueden cambiar de forma fácil y continuamente bajo la influencia del esfuerzo cortante. Esto significa que pueden moverse alrededor de los obstáculos y tomar la forma de su contenedor.
2. Son incompresibles: Los fluidos resisten los cambios en el volumen bajo presión. Esto significa que su densidad permanece relativamente constante incluso cuando se somete a cambios de presión.
Es importante tener en cuenta que si bien estas son características generales, hay excepciones. Algunos fluidos pueden ser compresibles a presión extrema, y algunos pueden exhibir un comportamiento "no newtoniano" donde su viscosidad cambia en función del estrés aplicado.