Mercurio es una buena opción para los termómetros porque:
* Alto coeficiente de expansión: Se expande significativamente con los cambios de temperatura, por lo que es muy sensible incluso a pequeñas variaciones de temperatura.
* Expansión consistente: El mercurio se expande a una velocidad relativamente uniforme en un amplio rango de temperatura, asegurando lecturas precisas.
* alto punto de ebullición: Tiene un punto de ebullición alto (357 ° C), lo que permite que se use para medir las temperaturas hasta este punto sin vaporizar.
* Visible y fácil de medir: El mercurio es un líquido de plata brillante que es fácil de ver y mide en un termómetro.
Sin embargo, debido a su toxicidad y preocupaciones ambientales, los termómetros de mercurio se están eliminando a favor de alternativas más seguras como termómetros digitales o termómetros utilizando soluciones a base de alcohol.