* polaridad: Las moléculas de agua (H₂O) son polares. Esto significa que tienen un extremo ligeramente positivo (hidrógeno) y un extremo ligeramente negativo (oxígeno) debido al intercambio desigual de electrones. La sal (NaCl, cloruro de sodio) es un compuesto iónico, lo que significa que está formado por la atracción electrostática entre iones de sodio cargados positivamente (Na⁺) e iones de cloruro cargados negativamente (CL⁻).
* Atracción: Cuando se agrega sal al agua, las moléculas de agua polar rodean los iones de sal. Los extremos positivos de las moléculas de agua atraen los iones de cloruro cargados negativamente, y los extremos negativos de las moléculas de agua atraen a los iones de sodio cargados positivamente. Estas atracciones superan las fuerzas electrostáticas que sostienen los iones de sodio y cloruro juntos en el cristal de sal.
* Disociación: Las moléculas de agua destrozan los iones de sodio y cloruro, lo que hace que la sal se disocie en sus iones constituyentes. Estos iones ahora están rodeados de moléculas de agua, formando un ion solvitado, y son libres de moverse en el agua.
* disolviendo: El proceso del cristal de sal se descompone y los iones que están rodeados de moléculas de agua es lo que llamamos disolverse.
Esencialmente, la polaridad del agua le permite romper los enlaces iónicos en la sal, separar los iones y formar una solución.
Aquí hay una analogía simplificada: Imagine un grupo de personas tomados de la mano (el cristal de sal). Cuando las moléculas de agua (con sus fines positivos y negativos) se acercan, se tiran de las manos, lo que hace que el grupo se separe. Ahora, los individuos (los iones) están rodeados de moléculas de agua, y pueden moverse libremente.