1. Baje la presión:
* Por qué funciona: Las leyes de gas ideales no asumen fuerzas intermoleculares entre las partículas de gas. A altas presiones, las moléculas de gas están más juntas, y estas fuerzas se vuelven más significativas.
* Ejemplo práctico: Imagina un globo. Cuando está inflado, las moléculas de gas están juntas. Al dejar salir algo de aire, la presión disminuye y las moléculas tienen más espacio, comportándose más idealmente.
2. Aumente la temperatura:
* Por qué funciona: A temperaturas más altas, las moléculas de gas se mueven más rápido y tienen más energía cinética. Esto hace que las fuerzas intermoleculares sean menos importantes, ya que las moléculas se empujan constantemente.
* Ejemplo práctico: Calentar un gas en un recipiente hará que se comporte más como un gas ideal.
3. Elija un gas con fuerzas intermoleculares débiles:
* Por qué funciona: Algunos gases (como gases nobles) tienen fuerzas intermoleculares muy débiles, lo que significa que ya están más cerca del comportamiento ideal.
* Ejemplos: Helium (He), Neon (NE), Argón (AR) son buenos ejemplos.
4. Mantenga el gas lejos de su punto de condensación:
* Por qué funciona: A medida que un gas se acerca a su punto de condensación (la temperatura y la presión a la que se convierte en un líquido), las fuerzas intermoleculares se vuelven cada vez más importantes.
* Ejemplo: El vapor de agua a temperatura ambiente es bastante ideal, pero a medida que se enfría hacia su punto de condensación (100 ° C), se comporta menos idealmente.
En resumen:
Para hacer que un gas real se comporte más idealmente, reduzca la presión, aumente la temperatura, elija un gas con fuerzas intermoleculares débiles y manténgalo alejado de su punto de condensación.
Nota importante: Ningún gas real es verdaderamente ideal. Sin embargo, al manipular estas condiciones, podemos estar lo suficientemente cerca del comportamiento ideal para muchos fines prácticos.