1. clorofluorocarbons (CFCS): Estos alguna vez se usaron ampliamente en refrigerantes, aerosoles y agentes de soplado de espuma. Cuando los CFC llegan a la estratosfera, la radiación ultravioleta del sol los descompone, liberando átomos de cloro. Estos átomos de cloro actúan como catalizadores, descomponiendo las moléculas de ozono (O3) en moléculas de oxígeno (O2). Un átomo de cloro puede destruir miles de moléculas de ozono antes de que se elimine de la atmósfera.
2. Halones: Estos son similares a los CFC en su estructura y efecto destructivo sobre el ozono. Se usaron en extintores de incendios, pero su uso ahora está muy restringido debido a su impacto en la capa de ozono.
3. bromuro de metilo: Este químico se usó como fumigante para matar plagas en el suelo y los cultivos. También contiene átomos de bromo, que son aún más eficientes para destruir el ozono que los átomos de cloro.
Es importante tener en cuenta que si bien estas son las sustancias más conocidas que agotan el ozono, otros existen y su impacto en la capa de ozono todavía se está investigando.