* La sustancia en sí: Cada sustancia tiene sus propias propiedades únicas, incluido su punto de ebullición. El punto de ebullición es la temperatura a la que la presión de vapor del líquido es igual a la presión circundante, lo que hace que el líquido se cambie a un gas.
* Temperatura: A medida que aumenta la temperatura, la presión de vapor de un líquido también aumenta. Esto significa que a temperaturas más altas, la sustancia pasará a un gas a presiones más bajas.
* Presión externa: La presión que rodea la sustancia también juega un papel. Una presión externa más baja permite que la sustancia haga la transición a un gas a una temperatura más baja.
En lugar de una "presión estándar", es más preciso hablar sobre la presión de vapor de una sustancia a una temperatura dada.
Aquí está cómo pensar en ello:
* Punto de ebullición: El punto de ebullición de una sustancia es la temperatura a la que su presión de vapor es igual a la presión atmosférica (generalmente 1 atm). En este punto, la sustancia hierve y se convierte en un gas.
* Presión de vapor: La presión de vapor de un líquido es la presión ejercida por su vapor cuando el líquido y el vapor están en equilibrio. A una temperatura dada, la presión de vapor es la presión a la que el líquido comenzará a hervir.
En conclusión:
No hay una sola presión estándar para que una sustancia se convierta en un gas. La presión a la que ocurre esta transición depende de la sustancia, la temperatura y la presión externa. Es más preciso considerar la presión de vapor de la sustancia a una temperatura dada.