1. Decantación: Este es un método simple donde el líquido se derrama cuidadosamente, dejando el sólido atrás. Esto funciona mejor cuando el sólido se asiente en la parte inferior del recipiente y el líquido es relativamente claro.
2. Filtración: Este método utiliza un papel de filtro u otro material poroso para atrapar las partículas sólidas mientras permite que el líquido pase. Este es un método más efectivo que la decantación para separar partículas finas o cuando el sólido no se establece fácilmente.
3. Sedimentación: Esto implica permitir que las partículas sólidas se asienten en el fondo del contenedor debido a la gravedad. Esto se puede mejorar utilizando una centrífuga, que gira la mezcla rápidamente, acelerando el proceso de asentamiento.
4. Centrifugación: Como se mencionó anteriormente, una centrífuga gira rápidamente la mezcla, lo que obliga a las partículas sólidas más densas a asentarse en la parte inferior del contenedor mientras el líquido permanece en la parte superior. Este método es muy efectivo para separar partículas muy finas.
5. Evaporación: Este método implica calentar la mezcla para evaporar el líquido, dejando el sólido atrás. Esta es una buena opción para separar un sólido que es soluble en el líquido a temperatura ambiente pero se vuelve insoluble cuando se calienta.
6. Sublimación: Esta técnica se usa cuando el sólido se puede convertir directamente en un gas (sublimado) sin pasar a través de una fase líquida. Este método permite que el sólido se separe del líquido simplemente recolectando el gas y luego condensándolo nuevamente en un sólido.
7. Separación magnética: Esta técnica se usa cuando el sólido es magnético, lo que permite que se separe del líquido usando un imán para atraer las partículas sólidas.
El mejor método para usar dependerá de las propiedades específicas del sólido y el líquido, el tamaño de las partículas y la pureza deseada de los productos finales.