Observó que frotar ámbar con pelaje hizo que atraeran objetos ligeros. Ahora se sabe que esto se debe al efecto triboeléctrico, donde la fricción entre dos materiales provoca una transferencia de electrones, creando una carga estática.
Thales no creó la carga, sino que descubrió y documentó el fenómeno. Estaba interesado en explicar ocurrencias naturales, y esta observación lo llevó a teorizar que el ámbar había adquirido un alma o espíritu que causó la atracción.
Es importante tener en cuenta que la comprensión de la electricidad tal como la conocemos hoy no se desarrolló hasta siglos después.