1. Liberación de gases tóxicos:
* Gas de cloro (CL₂): El cloro es un gas altamente tóxico que puede irritar el sistema respiratorio, causando tos, asfixia e incluso daño pulmonar. Es un agente oxidante fuerte y puede reaccionar con el agua en el cuerpo para formar ácido clorhídrico, lo que puede dañar aún más los pulmones.
* Vapor de yodo (i₂): Si bien es menos tóxico que el cloro, el vapor de yodo sigue siendo irritante y puede causar problemas respiratorios. También puede manchar la piel y la ropa.
2. Formación de productos tóxicos:
* Monocloruro de yodo (ICL): Este compuesto es altamente corrosivo y puede causar quemaduras severas en la piel y los ojos.
* cloruro de hidrógeno (HCl): Este gas se produce como un subproducto de la reacción y es corrosivo para la piel y el sistema respiratorio.
3. Fuertes olores:
* La reacción produce olores fuertes y picantes que pueden ser irritantes y potencialmente dañinos para respirar.
Los armarios de humo brindan protección:
* Contención: Los armarios de humo están diseñados para contener humos y gases peligrosos, evitando que se escapen al laboratorio.
* Ventilación: Tienen sistemas de escape que eliminan los vapores dañinos del espacio de trabajo.
* Seguridad: Los armarios de humo proporcionan una barrera entre el usuario y la reacción, minimizando el riesgo de exposición a sustancias tóxicas.
En resumen: La reacción de cloro y yoduro de potasio libera gases tóxicos y produce sustancias corrosivas. Llevar a cabo la reacción en un armario de humo asegura una contención adecuada, ventilación y protección contra los productos dañinos.