* electrólisis: El agua salada es un electrolito, lo que significa que conduce electricidad. Cuando el metal se sumerge en agua salada, se produce una reacción electroquímica. La sal se disuelve en iones, lo que puede interactuar con el metal, lo que hace que el metal pierda electrones y forme óxido de hierro (óxido).
* oxígeno: El agua salada contiene oxígeno disuelto, que es otro ingrediente crucial para la formación de óxido. El oxígeno reacciona con el hierro, acelerando el proceso de oxidación.
* cloro: El agua salada también contiene cloro, lo que puede mejorar aún más el proceso de oxidación al reaccionar con el metal y formar cloruros, que son corrosivos.
En resumen, la combinación de electrolitos de agua salada, oxígeno disuelto y cloro crea un entorno altamente corrosivo que acelera significativamente el proceso de oxidación.