Aquí hay cinco elementos clave que resuenan con la investigación de Roy y la comprensión más amplia del desarrollo del lenguaje:
1. Interacción social: El lenguaje es fundamentalmente social. Roy enfatiza la importancia de la interacción con los cuidadores y otros, observando que los niños aprenden el lenguaje a través de intercambios de ida y vuelta, imitando sonidos y expresiones, y participando en experiencias compartidas.
2. Riqueza y diversidad de entrada: Los niños necesitan exposición a una amplia gama de lenguaje, hablado en diferentes contextos y con diferentes entonaciones. Esto les ayuda a aprender los matices de significado y comprender las diversas formas en que se puede usar el lenguaje.
3. Atención conjunta y enfoque compartido: Los niños aprenden el lenguaje de manera efectiva cuando están activamente comprometidos con sus cuidadores. Atención conjunta, donde un niño y un cuidador se centran en el mismo objeto o evento, fomenta la comprensión de las palabras y sus significados.
4. Comentarios y corrección: Si bien no se declara explícitamente como "corrección", la investigación de Roy muestra que las respuestas de los cuidadores, ya sea a través de la reformulación, la expansión o la aclaración, proporcionan información valiosa que ayude a los niños a refinar su idioma.
5. Desarrollo cognitivo: El lenguaje no se desarrolla de forma aislada. Las habilidades cognitivas de los niños, como la memoria, la atención y la comprensión del mundo que los rodea, juegan un papel crucial en su adquisición de idiomas.
Es importante tener en cuenta que estos elementos están interconectados e influyen entre sí. El desarrollo del lenguaje es un proceso complejo, conformado por una combinación de estos factores que trabajan juntos.