1. Selectividad: El disolvente debe disolver preferentemente el compuesto deseado (el analito) de la mezcla, mientras deja otros componentes. Esto significa que el solvente debe tener una mayor afinidad por el analito que por los otros componentes en la mezcla.
2. Inmiscibilidad con la muestra original: El solvente debe ser inmiscible con la matriz de muestra original. Esto permite la formación de dos fases distintas (la fase de solvente y la fase de muestra original) que se pueden separar fácilmente. Esto es crucial para lograr una separación limpia del analito.
3. Solubilidad del analito: El solvente debe poder disolver el analito en una medida suficiente para permitir su extracción de la muestra original. Esto asegura que el analito se transfiera de la muestra original a la fase de solvente de manera efectiva.
Además de estas tres propiedades centrales, otras características deseables para un solvente de extracción incluyen:
* Baja volatilidad: Esto evita que el solvente se evapore demasiado rápido, lo que hace que sea más fácil manejar y reducir las pérdidas potenciales del analito.
* no reactividad con el analito: El disolvente no debe reaccionar con el analito, lo que podría alterar su composición química o afectar la precisión de la extracción.
* Facilidad de separación: El solvente debe ser fácilmente separable del analito después de la extracción, como a través de la destilación o evaporación.
Al considerar estas propiedades, puede elegir el solvente más adecuado para sus necesidades de extracción específicas.