1. Llegan microorganismos: Cuando una fruta comienza a madurar, su piel se suaviza y se desarrollan pequeñas aberturas. Esto permite que los microorganismos como las bacterias y los hongos entren.
2. Desglose de azúcares: Estos microorganismos consumen los azúcares y otros carbohidratos presentes en la fruta como su fuente de alimento.
3. Fermentación: Las bacterias y hongos usan un proceso llamado fermentación para romper estos azúcares, produciendo varios subproductos, incluidos:
* dióxido de carbono (CO2): Este es un gas importante producido durante la fermentación.
* metano (CH4): Este es otro gas que contribuye al olor general de la descomposición de la fruta.
* etanol (C2H5OH): Esto es alcohol, que contribuye al olor afrutado y alcohólico.
* Otros ácidos orgánicos: Estos contribuyen al olor agrio o ácido.
4. Acumulación de gas: Estos gases se acumulan dentro de la fruta a medida que continúa el proceso de descomposición, lo que lleva a la hinchazón característica y, a veces, incluso estallar de la fruta.
Jugadores clave:
* levadura: Un tipo de hongo que es particularmente importante en la producción de etanol.
* lactobacillus: Un tipo de bacteria que produce ácido láctico, contribuyendo al sabor agrio de algunas frutas.
* Acetobacter: Un tipo de bacterias que convierte el etanol en ácido acético, que contribuye al olor vingary.
Factores que afectan la producción de gas:
* Tipo de fruta: Las diferentes frutas tienen diferentes contenidos y composiciones de azúcar, lo que puede afectar los tipos y cantidades de gases producidos.
* Condiciones ambientales: La temperatura, la humedad y la disponibilidad de oxígeno influyen en el crecimiento y la actividad de los microorganismos.
* Presencia de otros organismos: Los insectos y otros animales pueden contribuir al proceso de descomposición mediante la introducción de microorganismos adicionales.
En resumen: El gas producido cuando la fruta se descompone es el resultado de microorganismos que rompen los azúcares a través de la fermentación, lo que lleva a la producción de dióxido de carbono, metano, etanol y otros ácidos orgánicos. Estos gases contribuyen a la hinchazón característica, el olor y los cambios de sabor asociados con la fruta en descomposición.