1. Presión:
* Presión inferior, punto de ebullición más bajo: Este es el factor más importante después del calor. Piense en cómo el agua hierve a una temperatura más baja en la parte superior de una montaña. Esto se debe a que la presión del aire es más baja, lo que permite que las moléculas de agua escapen al aire más fácilmente.
* Presión más alta, punto de ebullición más alto: Por el contrario, las olla a presión funcionan porque atrapan al vapor, aumentando la presión en el interior. Esto obliga a las moléculas de agua a permanecer en el estado líquido, lo que requiere temperaturas más altas para hervir.
2. Impurezas:
* sales y minerales disueltos: Agregar sal al agua levanta el punto de ebullición ligeramente. Es por eso que el agua de mar hierve a una temperatura ligeramente más alta que el agua dulce.
* Otras sustancias: Agregar otras sustancias como el azúcar o incluso la suciedad también puede influir en el punto de ebullición, pero el efecto suele ser pequeño.
3. Tensión superficial:
* superficies limpias: El agua hierve más fácilmente en superficies lisas y limpias.
* Impurezas o aspereza: Las impurezas o superficies rugosas pueden obstaculizar la formación de burbujas, que requieren temperaturas ligeramente más altas para hervir.
4. Sitios de nucleación:
* Las burbujas necesitan un lugar para comenzar: Las burbujas de vapor necesitan un lugar para formar, llamado sitios de nucleación. Estas pueden ser pequeñas burbujas de aire, rasguños en el recipiente o impurezas en el agua.
* sobrecalentamiento: Si no hay buenos sitios de nucleación, el agua a veces puede ponerse más caliente que su punto de ebullición normal sin hervir, un fenómeno llamado sobrecalentamiento.
En resumen:
Si bien el calor es el principal impulsor de la ebullición, factores como la presión, las impurezas y la tensión superficial pueden influir en la temperatura a la que el agua pasa de un líquido a un gas.