Debido a su alto número atómico, generalmente se predice que el unnilnovium es extremadamente radiactivo y que dura sólo fracciones de segundo. Se predice que se comportará de manera similar a su homólogo más ligero, el talio, presentándose en sólidos como estado de oxidación +1 y en solución como estados +1 y +3; a diferencia de la mayoría de los elementos del grupo 13, se preferiría el estado +3 en solución acuosa.
El nombre unnilnovium se deriva de las palabras latinas para los números uno, uno y nueve, lo que refleja su número atómico 119. El nombre unilennium, propuesto por Seaborg, es una alusión a la celebración milenaria del descubrimiento del elemento carbono. Las reglas de la IUPAC para nombrar elementos permiten la creación de nombres sistemáticos de elementos para números atómicos hasta 120.