El enlace iónico es un tipo de enlace químico formado por la atracción electrostática entre iones con cargas opuestas. En el caso del cloruro de sodio, los iones de sodio son atraídos por los iones de cloruro y viceversa, lo que da como resultado un enlace iónico fuerte.
La fuerza del enlace iónico en el cloruro de sodio está influenciada por varios factores, incluida la carga de los iones, el tamaño de los iones y la energía reticular. La energía reticular es la energía necesaria para separar todos los iones en un mol de un compuesto iónico. Cuanto mayor sea la energía reticular, más fuerte será el enlace iónico.
En el cloruro de sodio, los iones sodio y cloruro tienen cargas relativamente altas (+1 y -1, respectivamente) y tamaños pequeños. Esto da como resultado una fuerte atracción electrostática entre los iones, que se refleja en la alta energía reticular del cloruro de sodio (769 kJ/mol).
Por lo tanto, las fuerzas intermoleculares presentes en el cloruro de sodio son fuertes enlaces iónicos, que son responsables del alto punto de fusión, punto de ebullición y solubilidad del compuesto en disolventes polares.