La valencia de un ion es el número de electrones que puede perder o ganar para volverse neutro. En el caso del ion sulfato, puede ganar dos electrones para volverse neutro, por lo que tiene una valencia de -2.
La valencia de un ion es importante porque determina cómo reaccionará con otros iones. Por ejemplo, el ion sulfato reaccionará con iones cargados positivamente, como los iones de sodio, para formar sales.