El núcleo metálico o núcleo de hierro es la capa más interna de un planeta, luna u otro cuerpo celeste compuesta principalmente de hierro y, a veces, pequeñas cantidades de níquel y otros elementos. La Tierra tiene un núcleo metálico en su centro, que se cree que es extremadamente caliente, con temperaturas estimadas de hasta 5.700 grados centígrados (10.232 grados Fahrenheit). El núcleo metálico es sólido, a pesar de las temperaturas extremas, debido a la enorme presión que ejercen las capas exteriores del planeta. El núcleo metálico es un componente esencial del campo magnético de la Tierra, que es importante para la vida ya que protege al planeta de la dañina radiación solar. La presencia de un núcleo metálico, compuesto principalmente de hierro y otros metales densos, es una característica común de los planetas rocosos y las grandes lunas del sistema solar.