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Científicos de la Universidad de Bristol han inventado una nueva tecnología que podría conducir al desarrollo de una nueva generación de adhesivos y apósitos quirúrgicos inteligentes para heridas crónicas. El nuevo método iniciado por el Dr. Adam Perriman y sus colegas, implica la reingeniería de las membranas de las células madre para "soldar" las células de forma eficaz.
La reingeniería de la membrana celular está emergiendo como una herramienta poderosa para el desarrollo de terapias celulares de próxima generación, ya que permite a los científicos proporcionar funciones adicionales en las células terapéuticas, como homing, Resistencia a la adhesión o hipoxia (bajo nivel de oxígeno). En este momento, Hay pocos ejemplos en los que la membrana celular se rediseña para mostrar enzimas activas que impulsan la producción de matriz extracelular. que es un proceso esencial en la cicatrización de heridas.
En esta investigación, publicado en Comunicaciones de la naturaleza hoy dia, el equipo modificó la membrana de las células madre mesenquimales humanas (hMSC) con una enzima, conocido como trombina, que está involucrado en el proceso de curación de heridas. Cuando las células modificadas se colocaron en una solución que contenía la proteína sanguínea fibrinógeno, se soldaron automáticamente mediante el crecimiento de un hidrogel natural de la superficie de las células. Los investigadores también han demostrado que las estructuras celulares tridimensionales resultantes podrían utilizarse para la ingeniería de tejidos.
Dr. Adam Perriman, Profesor Asociado de Biomateriales en la Facultad de Medicina Celular y Molecular, dijo:"Uno de los mayores desafíos en las terapias celulares es la necesidad de proteger las células de entornos agresivos después del trasplante. Hemos desarrollado una tecnología completamente nueva que permite que las células desarrollen su propia matriz extracelular artificial, permitiendo que las células se protejan a sí mismas y les permita prosperar después del trasplante ".
Los hallazgos del equipo podrían aumentar las posibilidades en la ingeniería de tejidos para la curación de heridas crónicas, especialmente porque el proceso usa fibrinógeno, que abunda en sangre.
El nuevo método del investigador de conversión de enzimas naturales en proteínas de unión a la membrana, podría allanar el camino para el desarrollo de una amplia gama de nuevas biotecnologías.