El flúor es el elemento más electronegativo de la tabla periódica, lo que significa que tiene la mayor capacidad para atraer electrones. Los metales alcalinos son los elementos más electropositivos de la tabla periódica, lo que significa que tienen la capacidad más débil para atraer electrones. Cuando el flúor reacciona con un metal alcalino, los electrones del metal alcalino se transfieren fácilmente al flúor, lo que da como resultado la formación de un compuesto iónico.