1. Balance de electrolitos:
Las sales inorgánicas menores, como el sodio, el potasio, el calcio y el magnesio, funcionan como electrolitos. Ayudan a mantener el equilibrio adecuado de líquidos, regulan la excitabilidad eléctrica de las células y aseguran la transmisión eficiente de los impulsos nerviosos. Esto es fundamental para las contracciones musculares, la función cardíaca y el funcionamiento general del sistema nervioso.
2. Función muscular:
El calcio y el magnesio son esenciales para la contracción y relajación de los músculos. El calcio juega un papel crucial en el proceso de acoplamiento excitación-contracción, mientras que el magnesio es necesario para el correcto funcionamiento de las enzimas musculares.
3. Cofactores enzimáticos:
Muchas sales inorgánicas menores actúan como cofactores de enzimas, que son catalizadores esenciales para diversas reacciones bioquímicas en el cuerpo. Por ejemplo, el zinc es un cofactor de más de 300 enzimas implicadas en el metabolismo, la síntesis de proteínas y la regulación genética.
4. Salud de huesos y dientes:
El calcio y el fósforo son los componentes principales de los huesos y los dientes y proporcionan resistencia y rigidez estructural. La ingesta adecuada de estos minerales es crucial para mantener la salud esquelética y prevenir enfermedades como la osteoporosis.
5. Coagulación de la sangre:
El calcio es vital para el proceso de coagulación de la sangre, lo que ayuda a prevenir el sangrado excesivo. Facilita la conversión de protrombina en trombina, una enzima clave en la cascada de la coagulación.
6. Equilibrio ácido-base:
Las sales inorgánicas menores ayudan a regular el equilibrio ácido-base del cuerpo actuando como amortiguadores. Ayudan a mantener un pH estable en los fluidos corporales, lo cual es crucial para la función óptima de las enzimas y los procesos celulares.
7. Transporte de oxígeno:
El hierro es un componente vital de la hemoglobina, la proteína de los glóbulos rojos que transporta oxígeno por todo el cuerpo. Una ingesta suficiente de hierro es esencial para prevenir la anemia por deficiencia de hierro, que puede provocar fatiga, debilidad y deterioro de la función cognitiva.
8. Función del sistema inmunológico:
El zinc y el selenio son importantes para el correcto funcionamiento del sistema inmunológico. El zinc participa en el desarrollo y activación de las células inmunitarias, mientras que el selenio es un componente de las enzimas antioxidantes que protegen las células del daño.
9. Transmisión nerviosa:
El potasio juega un papel crucial en la transmisión de los impulsos nerviosos al mantener el potencial de reposo de las neuronas y facilitar la generación y propagación de potenciales de acción.
En general, las sales inorgánicas menores son indispensables para mantener una salud óptima en los organismos vivos. Sus funciones en el equilibrio electrolítico, la función muscular, la catálisis enzimática, la salud de los huesos y los dientes, la coagulación sanguínea, la regulación ácido-base, el transporte de oxígeno, la función del sistema inmunológico y la transmisión nerviosa los convierten en componentes esenciales de una dieta equilibrada. Comprender su importancia ayuda a garantizar un consumo adecuado de estos nutrientes vitales a través de fuentes dietéticas o suplementos cuando sea necesario.