Los termistores están hechos de materiales semiconductores, como óxidos metálicos o polímeros. La resistencia de un termistor disminuye a medida que aumenta la temperatura. Esto se debe a que el material semiconductor se vuelve más conductor a medida que aumenta la temperatura.
La dependencia de la temperatura de la resistencia de un termistor se puede describir mediante la siguiente ecuación:
$$R_T =R_0 \times e^{B \times (1/T - 1/T_0)}$$
dónde:
* $$R_T$$ es la resistencia del termistor a la temperatura $$T$$
* $$R_0$$ es la resistencia del termistor a una temperatura de referencia $$T_0$$
* $$B$$ es una constante que depende del material del termistor
El valor de $$B$$ suele ser negativo para los termistores fabricados con óxidos metálicos y positivo para los termistores fabricados con polímeros.
Los termistores están disponibles en una variedad de formas y tamaños. Se pueden utilizar en una variedad de aplicaciones, que incluyen:
* Medición de temperatura:Los termistores se pueden utilizar para medir la temperatura midiendo el cambio en su resistencia.
* Control de temperatura:Los termistores se pueden utilizar para controlar la temperatura usándolos para ajustar la potencia suministrada a un elemento de calefacción o refrigeración.
* Compensación de temperatura:Los termistores se pueden utilizar para compensar los efectos de la temperatura en otros componentes electrónicos.
Los termistores son una forma versátil y económica de medir y controlar la temperatura. Se utilizan en una amplia variedad de aplicaciones, incluida la electrónica de consumo, equipos industriales y dispositivos médicos.