Esto es lo que les sucede a las partículas de un líquido durante el proceso de congelación:
Formación de Clústeres:
Inicialmente, a medida que desciende la temperatura de un líquido, sus moléculas ralentizan su movimiento. Esto hace que se acerquen entre sí, formando pequeños cúmulos o grupos.
Unión y cristalización:
A medida que la temperatura desciende aún más, las fuerzas intermoleculares, como los enlaces de hidrógeno en el caso del agua, se vuelven más prominentes. Estas fuerzas atraen y alinean las moléculas en una disposición regular. Las moléculas comienzan a formar una estructura reticular, que representa la formación de sólidos cristalinos.
Posiciones Fijas:
A medida que más moléculas se unen a los cristales en crecimiento, las partículas quedan atrapadas en su lugar y pierden su capacidad de moverse libremente. Este movimiento restringido se debe a los fuertes enlaces que mantienen las moléculas en sus posiciones fijas dentro de la estructura cristalina.
Estructura rígida:
La disposición apretada de las moléculas forma una estructura rígida que le da al líquido sus propiedades sólidas. Las partículas ya no pueden fluir unas sobre otras con facilidad, como lo hacían en estado líquido. Esta rigidez es la razón por la que los sólidos mantienen su forma y tienen un volumen definido.
La transición del estado líquido al sólido durante la congelación implica también una reducción de la energía cinética de las partículas. A medida que las moléculas se fijan en sus posiciones, su movimiento aleatorio disminuye significativamente, lo que contribuye aún más a la estabilidad del sólido.