Los materiales con un número atómico bajo, como el plástico o la madera, no son eficaces como protección contra la radiación beta porque las partículas beta pueden penetrarlos fácilmente. Los materiales con un número atómico elevado, como el plomo, son más eficaces porque pueden absorber partículas beta de forma más eficaz.
Por lo tanto, no utilizar materiales con un bajo número atómico, como los plásticos o la madera, para protegerse contra la radiación beta.