Además, los disolventes polares pueden formar enlaces de hidrógeno con los iones del compuesto iónico. Esto ayuda aún más a descomponer el compuesto iónico y disolverlo en el disolvente.
Algunos ejemplos de disolventes líquidos polares que son buenos para disolver compuestos iónicos incluyen:
* Agua
* Metanol
* Etanol
* Acetona
* Dimetilformamida
Los disolventes líquidos no polares, como el hexano, no son buenos para disolver compuestos iónicos. Esto se debe a que los disolventes no polares no tienen una constante dieléctrica alta y no son capaces de reducir las fuerzas electrostáticas entre los iones del compuesto iónico. Como resultado, los compuestos iónicos no se disuelven bien en disolventes no polares.