El concepto de medios químicos ordinarios a menudo se contrasta con el de productos químicos peligrosos, que son sustancias que tienen ciertas propiedades peligrosas, como toxicidad, corrosividad, inflamabilidad o reactividad. Los productos químicos peligrosos requieren procedimientos especiales de manipulación, almacenamiento y eliminación para minimizar los riesgos y garantizar la seguridad.
En diversos reglamentos, normas o directrices relacionadas con la seguridad química o el control de la contaminación, la distinción entre medios químicos ordinarios y productos químicos peligrosos puede ser significativa. Por ejemplo, ciertas regulaciones pueden eximir a los medios químicos comunes de ciertos requisitos de información, etiquetado o seguridad, considerándolos sustancias de bajo riesgo.
Vale la pena señalar que la clasificación de una sustancia química como ordinaria o peligrosa puede variar según el contexto, la jurisdicción y el marco regulatorio específicos. Lo que se considera normal en un contexto puede considerarse peligroso en otro. Por lo tanto, es importante consultar las normas y directrices pertinentes para determinar los requisitos específicos para la manipulación, almacenamiento y uso de cualquier sustancia química.