Sólidos:
- Las partículas de los sólidos están estrechamente empaquetadas y mantenidas en posiciones fijas mediante fuertes fuerzas intermoleculares, como enlaces covalentes, enlaces iónicos o enlaces metálicos.
- Las partículas vibran alrededor de sus posiciones fijas pero no tienen suficiente energía para moverse libremente.
- Los sólidos tienen forma y volumen definidos, y resisten cualquier cambio de forma o volumen.
Líquidos:
- Las partículas en los líquidos todavía están retenidas por fuerzas intermoleculares, pero estas fuerzas son más débiles que en los sólidos.
- Las partículas en los líquidos están más sueltas y tienen más energía cinética, lo que les permite moverse más libremente.
- Los líquidos fluyen y toman la forma de su recipiente, pero tienen un volumen definido.
- El volumen de un líquido se puede comprimir hasta cierto punto, pero es mucho más difícil de comprimir que el volumen de un gas.
Gases:
- Las partículas de los gases están muy alejadas y las fuerzas intermoleculares entre ellas son muy débiles.
- Las partículas de gas tienen una alta energía cinética y se mueven muy rápidamente en un movimiento rápido y aleatorio.
- Los gases no tienen forma ni volumen definido y se expanden hasta llenar todo el recipiente que ocupan.
- Los gases se comprimen fácilmente y pueden expandirse o contraerse significativamente con los cambios de temperatura y presión.
En resumen, los sólidos tienen posiciones de partículas fijas, los líquidos tienen partículas móviles pero un volumen fijo y los gases tienen partículas que se mueven libremente y no tienen forma ni volumen fijos. Las diferencias en las fuerzas intermoleculares, la disposición de las partículas y la energía cinética explican las propiedades únicas de cada estado de la materia.