Además de absorber agua, el sulfato de cobre también puede reaccionar con otras sustancias químicas del aire. Por ejemplo, puede reaccionar con dióxido de carbono para formar carbonato de cobre, que es un sólido verde. El carbonato de cobre también es una sustancia corrosiva y puede provocar irritación y quemaduras en la piel.
Si el sulfato de cobre se deja en un plato durante un período prolongado, eventualmente se evaporará y dejará un residuo sólido. El residuo es una mezcla de sulfato de cobre y carbonato de cobre. El residuo sólido no es tan corrosivo como la solución líquida de sulfato de cobre, pero aún así puede causar irritación y quemaduras en la piel.