El azufre no se rompe; en cambio, se rompe en pedazos con superficies irregulares en lugar de bordes afilados. Esta tendencia a romperse de manera desigual se conoce como fractura concoidea y se observa comúnmente en materiales frágiles como el vidrio, el cuarzo y ciertos minerales. A diferencia de la rotura, que produce fragmentos con bordes afilados, la fractura concoidea produce superficies curvas o en forma de concha.