Por ejemplo, el metano (CH4), el etano (C2H6) y el propano (C3H8) son compuestos orgánicos que son gases a temperatura ambiente. El metanol (CH3OH), el etanol (C2H5OH) y el propanol (C3H7OH) son todos compuestos orgánicos que son líquidos a temperatura ambiente.
En general, es más probable que los compuestos orgánicos con pesos moleculares más bajos sean gases o líquidos a temperatura ambiente, mientras que es más probable que los compuestos orgánicos con pesos moleculares más altos sean sólidos. También hay excepciones a esta regla; por ejemplo, algunos compuestos orgánicos con pesos moleculares relativamente bajos, como el dióxido de carbono (CO2), son gases a temperatura ambiente.