No, la sal no evita que la fruta se pudra. Si bien la sal tiene ciertas propiedades conservantes y es eficaz para prevenir el crecimiento de bacterias y otros microorganismos, no es eficaz contra las enzimas que hacen que las frutas se pudran. Estas enzimas son liberadas por la propia fruta a medida que madura y rompen las paredes celulares, lo que hace que se ablande, pierda sabor y textura y, finalmente, se pudra. La sal no puede detener este proceso natural.