Esta alta energía de ionización significa que es relativamente difícil eliminar un electrón de un átomo de carbono, lo que hace que sea menos probable que se formen iones positivos con una carga de 4 o superior. Además, el carbono tiene un radio atómico pequeño y una alta electronegatividad, lo que contribuye aún más a su estabilidad y resistencia a la formación de iones positivos de alta carga.
Si bien el carbono normalmente no forma iones C4- o C4+, puede formar otros tipos de iones, como carbocationes (iones positivos con un átomo de carbono con carga positiva) o carbaniones (iones negativos con un átomo de carbono con carga negativa).