Sí, el óxido de hierro se puede utilizar como medicamento. Se utiliza comúnmente como suplemento de hierro para tratar la anemia por deficiencia de hierro, una afección en la que el cuerpo no tiene suficiente hierro para producir glóbulos rojos sanos. El óxido de hierro también se utiliza como agente de contraste en exploraciones por resonancia magnética (MRI) para mejorar la visibilidad de ciertos órganos y tejidos. Generalmente es seguro y bien tolerado, pero debe usarse según las indicaciones de un profesional de la salud.