Esto es lo que le sucede a un átomo con más electrones que protones:
1. Ganancia de Electrones:
Cuando un átomo gana más electrones que su número de protones, la carga negativa de los electrones adicionales supera la carga positiva de los protones. El átomo adquiere una carga global negativa, transformándose en un ion cargado negativamente.
2. Formación de enlaces iónicos:
Para lograr una configuración estable y neutralidad eléctrica, el átomo cargado negativamente tiende a unirse con átomos o iones cargados positivamente para formar un compuesto iónico. Por ejemplo, si el cloro (Cl) gana un electrón, se convierte en Cl-, que luego puede unirse con el sodio (Na+) para formar un compuesto iónico como el cloruro de sodio (NaCl).
3. Electrones de valencia:
Los electrones adicionales ganados por el átomo llenan el nivel de energía más externo, conocido como capa de valencia. Estos electrones ganados se conocen como electrones de valencia y su disposición y número juegan un papel crucial en las propiedades químicas y el comportamiento de enlace del átomo.
4. Propiedades aniónicas:
El exceso de electrones en un átomo le otorga características aniónicas, tales como:
- Fuerte atracción hacia iones o átomos cargados positivamente.
- Formación de enlaces iónicos mediante atracción electrostática.
- Menor energía de ionización en comparación con los átomos neutros.
- Mayor afinidad electrónica debido al mayor número de electrones.
- Diferente reactividad química respecto a los átomos neutros.
Vale la pena señalar que los átomos tienden a ganar o perder electrones para lograr una configuración electrónica estable, a menudo siguiendo la regla del octeto (donde los átomos pretenden tener ocho electrones de valencia). La ganancia de electrones y las propiedades aniónicas posteriores desempeñan papeles importantes en diversos procesos químicos, incluida la formación de sales, las interacciones electrostáticas y la formación de redes iónicas en compuestos.