Solubilidad: El índigo, en su estado natural, es insoluble en agua. Sin embargo, cuando se reduce a su forma leucobase, se vuelve soluble en agua. Esto permite que el tinte se disperse uniformemente en el baño de tinte y penetre en las fibras del tejido.
Mecanismo de teñido: La forma leucobase de Indigo es el agente colorante real. Se une fácilmente a las fibras formando fuertes enlaces covalentes. Tras la exposición al oxígeno (oxidación), la forma leucobase vuelve al pigmento índigo insoluble, creando el característico color azul en la tela.
Control sobre la intensidad y la profundidad del color: La forma leuco-base del índigo permite un mayor control sobre la profundidad y la vitalidad del color final. Al variar la concentración de la leucobase en el baño de tinte, los tintoreros pueden lograr diferentes tonos de azul, desde tonos pálidos hasta tonos profundos e intensos.
Penetración y uniformidad: La forma leucobase del índigo puede penetrar las fibras del tejido de manera más uniforme que el pigmento índigo insoluble. Esto da como resultado un teñido más nivelado y uniforme, evitando manchas o distribución desigual del color.
Proceso de reducción: La conversión del índigo a su forma leucobase implica una reacción de reducción. Este proceso generalmente utiliza un agente reductor, como ditionito de sodio o hidrosulfito de sodio, que rompe los dobles enlaces en la molécula de índigo, convirtiéndola en la forma leucobase incolora.
Oxidación y Re-Coloración: Después del teñido, la tela generalmente se expone al oxígeno (aire), lo que conduce a la oxidación de la forma leuco-base nuevamente al pigmento índigo insoluble. Este paso restaura el color azul y lo fija sobre la tela.
En general, convertir el índigo a su forma leuco-base en un baño de tinte es esencial para lograr resultados de teñido exitosos con este tinte natural versátil. Garantiza una solubilidad adecuada, facilita el teñido uniforme y permite un control preciso sobre la profundidad y la intensidad del color.