El cloro puede oxidar el acero inoxidable, pero no es la causa principal de oxidación del acero inoxidable. El acero inoxidable contiene cromo, que forma una capa protectora de óxido de cromo en la superficie del metal que evita una mayor corrosión. Sin embargo, el cloro puede romper esta capa protectora, provocando corrosión y formación de óxido. Esta es la razón por la que el acero inoxidable puede oxidarse cuando se expone a altos niveles de cloro, como en piscinas o ambientes de agua salada.
Para evitar la oxidación del acero inoxidable, es fundamental tomar medidas para protegerlo del cloro. Esto puede incluir limitar la exposición al cloro, limpiar y secar periódicamente la superficie del metal y aplicar una capa protectora al acero.