El flúor tiene una electronegatividad de 4,0, que es la más alta de todos los elementos. Esto significa que los átomos de flúor ejercen una atracción muy fuerte por los electrones y son muy buenos para alejar electrones de otros átomos. Esto hace que el flúor sea muy reactivo, porque siempre está intentando ganar electrones de otros átomos.
La reactividad del flúor también se debe a su pequeño tamaño. Los átomos de flúor son los más pequeños de todos los átomos, lo que significa que tienen una alta relación superficie-volumen. Esto significa que los átomos de flúor tienen mucho contacto con otros átomos, lo que aumenta las posibilidades de que se produzca una reacción.
La combinación de la alta electronegatividad y el pequeño tamaño del flúor lo convierte en el elemento más reactivo. El flúor reacciona con casi todos los demás elementos y, a menudo, forma compuestos muy estables.